¡Qué bolá, asere! Parece que en Cuba la única que no se apaga es la indignación del pueblo, porque la energía eléctrica es un chiste de mal gusto. La Unidad 3 de la CTE Antonio Maceo, esa que le dicen Renté y que está más averiada que carro viejo en La Víbora, volvió a hacer de las suyas. ¡La sincronizaron y a la hora ya estaba fuera de servicio! ¡Tremendo disparate, mi hermano!
Eso fue el miércoles, cuando la Unión Eléctrica, para que uno se ilusione, sale en el Facebook diciendo que la Unidad 3 ya estaba de nuevo dando candela. ¡Pero qué va! Apenas 89 minutos después, la cosa se puso fea de nuevo por “bajo vacío”, como si fuera un tema de humedad en el malecón. Y mientras tanto, la gente en Santiago de Cuba, y en toda la isla, pelándose con las velas y los abanicos, porque el calor no da tregua y el gobierno sigue con sus promesas huecas.
Apenas el domingo pasado, la misma Unidad 3 se había puesto en off por bajo vacío, y para rematar, la Unidad 5 decidió unirse a la fiesta de las averías. El que está al mando de la planta, un tal Jesús Aguilar, salió a decir que las lluvias habían afectado los bloques. ¡Lluvias, mi llave! Parece que en vez de arreglar las máquinas, están rezándole a Santa Clara para que paren de caerse.
Y lo más gracioso es que hace poco el mismo Díaz-Canel se dio una vuelta por la termoeléctrica, prometiendo mejoras para finales de año. ¡Qué candela! Si así empiezan las promesas, no me quiero imaginar cómo acabará el año. La gente ya no les cree nada, porque con tanta avería y tanto apagón, la única “continuidad” que ven es la de las tinieblas.
Este rollo de la Renté es viejo, como el cobre de los cables. Pero que vuelva a fallar así, tan rápido, después de que supuestamente la arreglaron, es para volverse loco. La isla necesita luz, pero lo que recibe son más apagones y excusas baratas. A ver si algún día estos dirigentes se ponen serios y resuelven el problema, en vez de seguir inventando cuentos de hadas con bombillos apagados. ¡Esto está más caliente que el sol del mediodía en el Malecón!
Preguntas que te pueden quemar la cabeza:
¿Por qué la Renté falla tanto?
Asere, esa planta está vieja, necesita mantenimiento del bueno y piezas que parecen de museo. Con las lluvias o sin ellas, siempre hay un detallito que la saca de juego.
¿Cómo nos afecta esto a nosotros?
¡Más apagones, mi hermano! Menos corriente para el ventilador, la nevera no enfría, el internet ni aparece, y la vida se pone más dura que un cubanacán.
¿Qué dice el gobierno de todo esto?
Prometen, prometen, pero al final, las mismas promesas de siempre. Hablan de inversiones, de energías solares, pero la luz no aparece. ¡Un fraude, te digo!
¿La gente se lo cree?
¡Ni por el carajo! Ya la gente está hasta el coco de escuchar lo mismo y ver que nada cambia. La frase “Somos Continuidad” ahora la usan para burlarse, porque lo único que continúa son los apagones.